Hola a todos:
Nuevamente estamos a las puertas del Domund, que en España se celebra el tercer domingo de octubre.
Aquí tenemos el
cartel de este año
AQUÍ ESTOY, ENVÍAME
que es, además, el lema de este año.
Desde la página del DOMUND nos ofrecen esta reflexión y mensaje:
¡En marcha! Ponernos en camino es un mensaje continuo en la
predicación del papa Francisco. El Santo Padre nos pide reiteradamente que
salgamos de nosotros mismos, que vayamos a las periferias…
Pero
esa salida no es andar alocadamente de un sitio para otro, sino una actitud del
corazón. Es una invitación a no mirarnos a nosotros mismos,
a no estar dando vueltas a nuestras cosas, a no andar contemplándonos
continuamente en el espejo o, ¿cómo no?, haciéndonos selfis que muestran de
forma distorsionada lo que pretendemos ser y hacer.
“¡En
marcha!” significa que miremos fuera, comenzando
por los que están a nuestro alrededor, los que tenemos cerca, de los cuales
pasamos muchas veces, sin hacerles ningún caso.
Jesús, en salida
Jesús
tuvo que asumir esa salida de un modo físico, abandonando su cultura, lengua,
tradiciones, seguridades…, y, junto con María y José, tuvo que huir y
refugiarse en Egipto, para protegerse del egoísmo y el odio de Herodes. Ese
viaje, sin duda penoso para sus padres, es el que les va a llevar a compartir
desde el principio la alegría del nacimiento del Señor en y con un pueblo
extraño. Allí la Sagrada Familia tendrá que aprender a convivir con gente
distinta, pero comprenderá, sobre todo, que Jesús ha venido a compartir la vida con todos los hombres, sin mirar
raza, color, lengua, cultura o tradición.
Esta salida es todo un signo para nosotros y para lo que podemos enseñar a los más jóvenes de nuestras casas y familias: que hay que salir en busca de los demás y hay que mirar con ojos limpios a los que “no son como nosotros”.
Jesús,
desde el comienzo, se manifiesta como el Señor de todo y de todos. Los primeros
en adorarle fueron los Magos venidos de Oriente; y los primeros que tuvieron
que acogerle fueron los hombres y mujeres de un pueblo pagano, ajeno al pueblo
elegido. Hoy la Iglesia sigue anunciando a Cristo a todos,
porque a todos quiere llegar el Señor.
Convivir, compartir, anunciar
En
nuestra sociedad actual, los niños y los adultos, tenemos que convivir con
personas muy diversas, que no hablan nuestra lengua, que han venido de lejos y
que a veces tienen dificultad para integrarse en nuestros ambientes. Muchos de
ellos ni siquiera participan de nuestra fe. Convivir con ellos, compartir con
ellos lo que somos, lo que tenemos, lo que vivimos, no solo les ayudará en esa
integración: a nosotros nos enseñará a ser más comprensivos, a escuchar, a
mirar con ojos limpios. Nos ayudará a tener un corazón más grande, más generoso
y más universal, ¡un corazón más católico! Así
lo vivió Jesús al integrarse en la cultura egipcia, y esto contribuyó, sin
duda, a que aquellos a quienes fue conociendo descubrieran el amor que Dios ya
había sembrado en sus corazones. “¡En marcha!” es precisamente una llamada a ir
en peregrinación a buscar a quienes no conocen al Señor y acoger todo lo bueno
que Él ha puesto en ellos.
Este
curso podemos mostrar a los niños que para ser cristiano hay que aprender a vivir con los demás,
compartiendo con ellos las alegrías, las preocupaciones, los dolores y las
necesidades. Solo no se puede vivir la fe; la fe, tal como Jesús nos enseña
desde el inicio de su vida, es para vivirla en familia, en comunidad. Los otros
no son extraños: son quienes pueden hacer que nuestro camino conjunto sea más sencillo
y bonito. Compartir lo que Dios nos da nos hace mejores personas y nos llena de
alegría. Por eso, es importante, desde niño, participar en la vida de la
Iglesia y, ya en casa, rezar juntos, alabar al Señor juntos, pedir por los
demás juntos, dar gracias a Dios por todo lo que recibimos… y ¡hacerlo juntos!
Los
niños de la Infancia Misionera van a aprender a mirar a los que “no son como
nosotros” como verdaderos hermanos, invitados también a conocer y a
amar a Jesús. Y es estupendo, porque los más pequeños son los
primeros misioneros entre sus amigos y compañeros, y muchas veces incluso con
sus propios padres y familiares.
Así
pues…, ¡en marcha, niños!; pero también los adultos, que tenemos la
responsabilidad y la alegría de acompañarles en su camino.
Y desde Venezuela esta canción
Pero, ¿recordamos qué
es el Domund? Desde México nos lo refrescan...
...y nos ofrecen una colección de testimonios misioneros
Y, para terminar, pinchando
aquí podéis entrar en la
playlist del Domund
Si queréis saber más, recordad,